Para que la participación sea una realidad en las organizaciones se requiere un nuevo tipo de inteligencia: inteligencia de las mutuas interdependencias de los procesos, de las funciones; inteligencia coordinadora de las interdependencias obvias del quehacer humano empresarial; inteligencia para la coordinación integrada de las personas. Alguien en la organización puede facilitar la visión de la trama entretejida de las tareas que producen el resultado final; alguien que comprenda la mutua reciprocidad de las partes para conformar el todo puede generar circunstancias para un nuevo modo de administrar, de dirigir y de guiar el desarrollo del potencial humano; alguien que confíe en el ser humano puede liberar su potencial creativo.…
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Liderazgo y participación
Un supuesto claro del liderazgo es que su ejercicio reclama consecuentemente la participación de sus seguidores o representados; es decir, se requiere que la acción este respaldada o antecedida por una significativa intervención de los miembros de su grupo o comunidad en términos de esclarecer los objetivos, las acciones y las estrategias. El liderazgo en este contexto equivale, pues, a un ejercicio que permite, direcciona y fomenta la expresión de sus seguidores y realza lo mejor de sus cualidades y capacidades. Participar, y hacerlo en forma plena, significa crearse una imagen de lo observado y de la realidad a la cual hay que responder pues es el proceso participativo el…
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Cómo construir un liderazgo ético
Para construir un liderazgo ético es necesario, entonces, tener una visión amplia y profunda sobre el ser humano, de otro modo lo estaríamos haciendo con una representación caricaturesca del mismo y, como sabemos, las caricaturas son exageraciones de los defectos o características del ser humano, qué nos permiten reírnos quizá, pero manifiestan una expresión pobre, superficial y denigrante de sus atributos y cualidades. Cuando el líder recorre el camino hacia el otro también lo está recorriendo hacia sí mismo; se genera, por consiguiente, el autoconocimiento, trabajo qué ocupa toda la vida. Por ello el liderazgo ético exige una permanente indagación sobre sí mismo, sin mentiras y subterfugios, exige también honestidad…